viernes, 17 de abril de 2015

Certificado de Eficiencia Energética imprescindible para alquilar o vender


El Real Decreto 235/2013 estableció que a partir del 1 de junio del año 2013 que los propietarios deberán disponer de un Certificado de Eficiencia Energética para vender o alquilar cualquier inmueble.
Ello implica que nos encontraremos de forma habitual con una serie de términos y conceptos a la hora de elegir una nueva vivienda, y que tendrá gran influencia en las prestaciones y valor del inmueble. Términos relativos a los aspectos energéticos como eficiencia, calificación energética,  etiqueta energética  o certificado energético serán frecuentes en cualquier acto inmobiliario, por lo que es aconsejable conocerlos.
Resulta sorprendente el gran desconocimiento  social de los aspectos generales exigibles en edificios que hacen que sea de mejor o peor calidad, por contraste con mercados como el del automóvil, electrónica, informática, etc. donde el propio comprador a partir de un cierto conocimiento plantea una serie de exigencias de calidad. Sobre todo cuando la inversión en una vivienda es la adquisición más importante de muchas personas y que condiciona su calidad de vida de forma permanente.
¿Por qué es tan importante ahora la eficiencia energética de los edificios?
Las edificaciones de viviendas, equipamiento y terciario suponen el 40% del consumo total de energía de la UE, aunque en España el porcentaje es menor, de un 28% por las condiciones climatológicas más suaves, no deja de tener gran relevancia. Las Directivas europeas marcan objetivos para 2020 referidos a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que debe haber un incremento del 20% de las fuentes de energía renovables y una mejora, en un 20%, de la eficiencia energética.
El gran reto para reducir el consumo energético y las emisiones será la rehabilitación energética de los edificios construidos, efectuada de modo integral y eficiente.
Todas estas circunstancias han tenido como consecuencia la aparición de nuevas normativas  estatales con relación a la eficiencia energética de los edificios, de la que el Real Decreto mencionado es la última entrega de una serie de medidas que van a seguir aprobándose.

¿Qué es la etiqueta energética y cuáles son sus clases?

Actualmente resulta normal en el momento de adquirir un electrodoméstico, frigorífico, lavadora, lavavajillas, etc., que se nos proporcione una etiqueta energética y que ello influya en nuestra decisión de compra. Se trata por tanto de una herramienta informativa al servicio de los compradores que nos indica el nivel de consumo de energía  y es obligatoria en cualquier electrodoméstico puesto a la venta en el ámbito de la Unión Europea.
En él se reconocen  7 clases de eficiencia que van identificadas con un código de colores y letras que van desde la A hasta la G según su nivel (con nuevas calificaciones superiores A+, A++). Para ilustrar la repercusión de ahorro energético y las diferencias entre las distintas clases se puede considerar que la vida media de un equipo es de 10 años, en ese periodo los equipos más eficientes (clase A) respecto a los de menor (clase G) pueden suponer una diferencia por término medio en la factura eléctrica  de 800 euros (fuente: IDAE).

Este mismo criterio de etiquetado energético es el que se incorpora ahora a los edificios mediante el certificado energético con la finalidad de dar satisfacción al derecho del  comprador o arrendatario de conocer la eficiencia energética del mismo (medida de los consumos de energía). 



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