martes, 21 de abril de 2015

El origen de la cocina actual en la vivienda

Solo a través de la aplicación de las metodologías utilizadas en los sistemas de producción de la industria se ha conseguido la simplificación de las tareas domésticas. Sus objetivos básicamente han sido mejorar la organización y la reducción de los trabajos innecesarios.
La aparición de los electrodomésticos contribuyó al desarrollo eficiente de los procesos de trabajo que tradicionalmente se realizaban a mano.
Según Giedion, las primeras cocinas organizadas con estos criterios se realizan en las construcciones navales de mediados del XIX. Los barcos de vapor disponían de cocinas muy bien organizadas en las que con facilidad los cocineros tenía a mano todo lo necesario. 
Catherine Esther Beecher incorpora los planteamientos de dichas soluciones para la cocina domestica en su libro de 1869, "The American's Woman's Home" e indica la necesidad de superficies de trabajo continuas y bien iluminadas, se distinguen también dos zonas importantes, la de almacenamiento y cocinado.
Para evitar las molestias de olores y humos independiza los fogones, que conectados a la chimenea sitúa en una habitación independiente, separada por puertas correderas.




Paralelamente Georges Pullman patenta su primer coche restaurante también en 1869  que será utilizado como referencia por los arquitectos de principios del siglo XX.

Sin embargo la secuencia racional del proceso de trabajo en la cocina todavía en 1910 no está resuelta, igualmente los distintos componentes de las cocinas son dispares y sin compatibilidad, por lo que no se pueden reunir en una única superficie de trabajo.

El primer paso en esa concepción unitaria y estandarizada de la cocina en edificios, se da inicialmente en los hoteles, ya que al industrial hotelero no le interesa adquirir los elementos por separado.


No es hasta 1926 cuando la arquitecta Grete Schütte-Lihotzky aplicando los principios de racionalización de la producción, desarrolla para vivienda una cocina con las dimensiones estrictamente indispensables. Dispone las instalaciones de forma fija y organiza sus elementos según la sucesión de las distintas actividades de trabajo, aplicando el criterio de reducir tiempo y esfuerzo.

Sin embargo hasta que la industria Norteamericana no muestra interés por su planificación y venta no llega su gran desarrollo mediante la producción en serie de mobiliario. El armario de cocina fue el comienzo, a partir de ese momento los elementos ya estandarizados pueden ofrecer múltiples combinaciones.



El problema de la organización de las superficies de trabajo también se aborda, Lillian M. Gilbreth estudia su redistribución con el fin de reducir el número de operaciones. 


A principio de los 30 la industria decide avanzar más en el desarrollo y mejora del proceso de trabajo investigándolo científicamente hasta el último detalle mediante equipos formados por ingenieros, químicos, arquitectos, cocineros, etc. pondrán en práctica los principios de administración científica del hogar.



Las consecuencias de esta reorganización y transformación no solo afectará a la cocina sino que tendrá repercusiones en el resto de la casa.






2 comentarios :

  1. Sorprende ver hasta qué punto damos por hecho cosas ¡que no son tan antiguas! ¡Pobres abuelas!

    Ojalá que el sentido común llegue algún día a todos los sitios donde haría falta....

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    1. Gracias por el comentario, creo que acabas de inaugurar la sección.
      Estoy de acuerdo. Cada vez son mas necesarias mentes con criterio, observadoras y con la sensibilidad que permita identificar los problemas que nos rodean, ya que como nuestros abuelos seguramente no somos conscientes.

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